Declaración Pública de la Mesa Directiva del XXIX Congreso del Partido Socialista de Chile

1. El Congreso Eugenio González Rojas del Partido Socialista de Chile manifiesta su orgullo por el aporte del socialismo al progreso democrático y social del país en sus 78 años de vida. Contribuimos a la extensión de la educación y a la industrialización durante los gobiernos del Frente Popular. En las décadas de los ‘40 y ‘50 profundizamos la democracia con el logro del derecho a voto de las mujeres, con la supresión del cohecho mediante la cédula única y la derogación de la Ley de Defensa de la Democracia, conocida como “ley maldita”. Con Salvador Allende nacionalizamos el cobre y profundizamos la reforma agraria, con lo que se cambió el rostro social del país. En los ‘90 nuestro esfuerzo fue decisivo en la reconquista de la libertad y la democracia, y hemos llevado al país al umbral del desarrollo. Con Ricardo Lagos modernizamos la infraestructura del país, se hizo la mayor reforma en salud de la historia y elevamos la dignidad internacional de Chile al rechazar en la ONU la intervención en Irak usando como pretexto la lucha contra el terrorismo. Con Michelle Bachelet se instaló un estado de efectivos derechos que amplió la inclusión social, especialmente a favor de las mujeres, los adultos mayores, la infancia, los pensionados y los grupos más necesitados.

Al hacer el balance de nuestra historia queremos recuperar la preocupación de vincular estrechamente la ética y la política, que caracterizó a los fundadores del socialismo chileno.

2. Pese a todos los logros descritos, nos derrotaron en la elección presidencial de enero del 2010 porque fuimos incapaces de construir un cauce político que diera expresión única a una mayoría del país ampliamente progresista. A ello se sumaron errores en algunas políticas públicas, la pérdida de unidad, el incremento de los proyectos personales, los atisbos de corrupción, y no logramos acompañar el crecimiento económico con la reducción de la desigualdad.

3. El Partido Socialista de Chile ha reafirmado en su XXIX Congreso su condición de fuerza democrática de oposición al actual Gobierno, fuertemente identificado con los intereses empresariales, por los derechos y necesidades de la mayoría del país, de los sectores medios y populares. Este gobierno de derecha ha mostrado una completa incapacidad para perfilar los intereses estratégicos de Chile, al mismo tiempo que se caracteriza cada vez más por una sorprendente incapacidad de gestión de las políticas públicas. Tenemos que señalar que se limita a una política de grandes anuncios, cuyo detalle no registre el menor examen porque en su letra chica reaparecen los rasgos de codicia y falta de solidaridad de los grupos de más altos ingresos con los que se identifica. En suma, el fundamento de nuestra oposición es que estamos en contra del carácter proempresarial y del estilo libremercadista del gobierno y estamos a favor del pueblo.

El Gobierno de Piñera ha favorecido una mayor concentración de la riqueza, aumentando la desigualdad a través de estos 15 meses de administración, con el resultado ostensible de que los ricos son aún más ricos. Asimismo, el gobierno de Piñera no ha logrado avanzar significativamente en la reconstrucción. Está atrasado en las viviendas y se ha dedicado a entregar papeles de subsidios sin garantizar casas. La reconstrucción de colegios, consultorios y hospitales también está muy atrasada, lo que demuestra, en parte, que la llamada nueva forma de gobernar es ineficiente, además de insensible. Muchas familias pasarán este invierno en precarios campamentos. El PS Chile manifiesta su rechazo al retroceso experimentado por el país en este gobierno de la derecha en materia de políticas públicas culturales y de género y señala que, en contraposición, ha aprobado una política de paridad en los cargos internos del PS, con igual representación de hombres y mujeres: 50 y 50 por ciento.

4. Frente al riesgo de paralización nacional que esta situación plantea cada vez con más claridad, asumimos la necesidad de un nuevo proyecto de país que rompa con la desigualdad y el centralismo, y que genere al menos un pacto tributario, la defensa real de los trabajadores, un nuevo modelo de desarrollo sustentable y una nueva Constitución, que deberá surgir de una Asamblea Constituyente. Además, fundados en ese nuevo proyecto debemos construir una amplia alianza política y social con verdadero sentido de mayoría y hegemonía cultural.

5- El nuevo escenario internacional que enfrentamos con una gradual reducción del poderío de Estados Unidos de América en el mundo exige reforzar nuestra permanente vocación latinoamericana, lo que hoy nos impone hacer nuevos esfuerzos a favor de la integración y cooperación regionales. La presencia en nuestro Congreso de muchos dirigentes de los gobiernos progresistas que prevalecen en la región dará nuevo impulso a nuestros esfuerzos en este campo.

6- Para la próxima elección municipal propiciaremos el más amplio acuerdo opositor para derrotar a la derecha en todos los municipios de Chile. Ello requiere una plataforma común y en cada comuna un candidato único a alcalde o alcaldesa de la oposición, que se determine a través de una primaria abierta, ciudadana y vinculante donde sea necesario. Además, favoreceremos desde ya una lista única de concejales de la Concertación que apoye, junto a las que postulen nuestros aliados, al alcalde o alcaldesa únicos de la oposición.

7- La elección presidencial de 2013 será parte de nuestra agenda sólo una vez que hayamos cumplido los objetivos planteados para la elección municipal. El socialismo busca que haya un candidato o candidata únicos de todas las fuerzas de oposición. Dicha candidatura se debe definir, igualmente, mediante un proceso nacional de primarias abiertas, nacionales, ciudadanas y vinculantes. Para ello definiremos en su momento, en un Consejo General convocado para tal efecto el último trimestre de 2012, a quien nos represente en dicha primara.

XXIX Congreso del Partido Socialista de Chile

SANTIAGO, mayo 8 de 2011.

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